Por alguna razón, estoy hablando en presente: los adolescentes necesitamos razones, respuestas, contexto. No estoy segura si las generaciones pasadas eran más descomplicadas, pero, aunque nuestro cerebro a veces no piensa lo suficiente en un examen, puedo asegurar que puede pasar días pensando y analizando un comentario.

Hay tantas personas, hombres y mujeres, que experimentan overthinking que quería encontrar perspectivas más acogedoras, así que me puse a investigar y encontré información de centros de ayuda y, aunque buscar ayuda en cuanto a nuestra salud mental es muy importante, no quería eso, solo quería entender más el overthinking. Simplemente quería que los demás lo entiendan, por lo que buscaba acerca de experiencias personales sobre este tema, y como dije, respuestas.

El overthinking es un tema tan extenso que podría escribir libros enteros acerca de este, pero intentaré hacer la historia corta, ir al grano: ¿Qué es esto de sobrepensar? A nuestra corta edad, nos falta experiencia en cuanto al uso de nuestro pensamiento, lo que hace que sobrepensar nos afecte sin esfuerzo. Pensar nos ayuda a guiar nuestros pensamientos y acciones, pero hacerlo en exceso, obsesivamente, se puede volver peligroso si se hace sin guía, incluso más cuando nuestros sentimientos están de por medio.

Según Urban Dictionary, estas son algunas definiciones de overthinking escritas por jóvenes:

  • «El arte de crear problemas que ni siquiera estaban ahí».
  • «Una gran manera de arruinarlo todo».
  • «Cuando te obsesionas con ciertas situaciones una y otra vez haciendo que los pensamientos se vuelvan más frecuentes comenzando a fantasear con diferentes resultados y posibilidades, la mayoría de ellos poco realistas. Tu cerebro te preocupa. Manteniéndote despierto por la noche y dándote los peores sentimientos».
  • «Pensar en algo con demasiada profundidad, casi siempre, mucho más de lo necesario».

Como puedes ver, overthinking no es el término favorito de la juventud. No es un término médico, pero diversas investigaciones han dado a conocer que este hábito negativo puede llegar a tener un impacto real en nuestro bienestar, lo que es preocupante por lo comúnmente que se vive. Ashley Carroll, psicóloga del Parkland Memorial Hospital, menciona que reflexionar excesivamente sobre ciertos pensamientos puede llegar a convertirlos negativos, enormes y extremos. Esto se convierte en un problema cuando afecta nuestra cotidianidad. Llamó mi atención que muchas veces el overthinking es un efecto inconsciente del miedo. Como defensa personal, como protegerse de lo que nos genera desconfianza o una clase de ansiedad hacia el futuro o a lo que otros opinan.

«Pensar demasiado también puede afectar la salud física» dice Carroll. Ciertos de sus pacientes que lidian con pensamientos negativos y ansiedad han experimentado dolores de cabeza, corporales y problemas estomacales. Otras personas llegan a la falta de sueño, pérdida de apetito y caída de cabello.

Personalmente, no suelo ser alguien que se envuelva demasiado en un tema, pero estoy rodeada de personas a quienes les afecta bastante y es interesante ver cómo casi todos lo minimizan. He tenido un acercamiento a otras personas que se han abierto conmigo y me han contado qué sienten, de dónde viene, cómo intentan arreglarlo y lo difícil que es.

Platicar con una psicóloga me dio una nueva visión, pues ella dice que antes de que el overthinking se convierta en una condición debemos considerar lo siguiente: si pensamos tanto en algo es porque no tenemos más en qué pensar. Si estamos ocupados con más de un aspecto, como una combinación entre hobbies, aprendizaje, relaciones, metas, sin ir tan lejos de qué color quieres pintar tus uñas o qué rutina de ejercicios vas a hacer, por trabajoso que sea, enfocarnos en diferentes cosas no abre espacio a dejar que la mente ande dando vueltas hasta ver únicamente contras. Es clave procurar que estos pensamientos no hagan más mal que bien, ya que mil pensamientos negativos parecen ser más complicados de tratar que uno, razón por la que se debe entender cuáles son los pensamientos que disparan nuestro overthinking. Si esto se torna incontrolable, es totalmente válido, e incluso admirable, buscar ayuda profesional.

El bienestar emocional de los adolescentes es igual de importante que su salud física. Una salud mental íntegra permite desarrollar capacidades de recuperación y flexibilidad. Que algo lastime este bienestar puede ser común, pero no correcto.

Foto de Pixabay: https://www.pexels.com/es-es/foto/silueta-de-mujer-en-columpio-durante-la-hora-dorada-289998/

Autora

Sophia Solis

Sociable, organizada, creativa y determinada… Esos fueron los principales adjetivos con los que mis amigos me describieron. Mucho gusto, mi nombre es Sophia Solis. En este espacio vas a encontrar de todo, literalmente de todo, pero visto desde mi perspectiva. Hablaré de temas sensibles y superficiales, desde política y salud mental hasta moda y diversión, pero siempre dándole un twist crítico, honesto y con una partecita de mi. ¡Te invito a leer desde mi perspectiva!
Artículos de la autora