Los estereotipos de género se definen como aquellas opiniones o prejuicios que generalizan atributos o características que hombres y mujeres poseen o deben de poseer o aquellas funciones sociales que ambos deberían desempeñar. Las condiciones sociales y mecanismos psicológicos refuerzan los roles tradicionalmente asignados a los diferentes géneros e impulsan el sexismo.

Los estereotipos de género se nos introducen desde una temprana edad. Desde que somos pequeños se nos ha dicho que las niñas deben jugar con bebés y usar rosado, mientras que los hombres deben jugar con carros y usar azul, que las mujeres debemos ser delicadas y esperar a nuestro príncipe, mientras que los hombres deben ser fuertes y siempre llegar al rescate. A una edad tan temprana, no somos capaces de entender e incluso discernir esta información y estas ideas se van guardando en nuestros cerebros naturalmente. Desde la ropa hasta las interacciones sociales, las mujeres somos dadas ciertas reglas y obligaciones que debemos seguir debido a nuestro género.

Estas ideas impuestas por la sociedad pueden parecer muy inofensivas al principio, pero las repercusiones que tienen a la larga son de gran magnitud. Estos son algunos ejemplos:

  • Un estudio realizado en el 2017 llamado Gender Stereotypes about Intellectual Ability Emerge Early and Influence Children’s Interests publicado en la revista Science indicó que las niñas comienzan a sentirse menos inteligentes que los niños a partir de los seis años.
  • La Unesco advirtió que las mujeres están infrarrepresentadas en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas): solo el 29% de los investigadores a nivel mundial son mujeres.
  • Según el informe Global Gender Gap del Foro, solo el 22% de los profesionales de IA del mundo son mujeres, en comparación con el 78% que son hombres. Esto representa una brecha de género del 72%.
  • Un nuevo informe de las Naciones Unidas, que analiza la desigualdad de género y las actitudes hacia las mujeres en todo el mundo, indica que esta es de casi el 90%; es decir, tanto hombres como mujeres tienen prejuicios contra las mujeres.
  • En un estudio del 2011 de más de 45,000 víctimas de choques durante 11 años, investigadores de la Universidad de Virginia encontraron que las mujeres conductoras tenían muchas más probabilidades de salir lesionadas en un accidente automovilístico que los hombres. Esto se debe a que las características de seguridad de los carros han sido diseñadas para hombres. Desde la posición del reposacabezas, la altura baja de muchas mujeres, la diferente fuerza y musculatura del cuello, la posición preferida de asiento, entre otras, por lo que las mujeres somos más susceptibles a lesiones.
  • Según la Brecha Global de Género más reciente del Foro Económico Mundial, se necesitarán alrededor de otros 108 años para alcanzar la paridad de género.
  • Los productos pensados para mujeres son más caros: El blog Jezebel dijo «Haber nacido mujer es un gran error financiero». Muy poco tiempo atrás, era legal que las aseguradoras en Estados Unidos hicieran un 31% más caro su servicio para las mujeres. The Huffington Post menciona que Un paquete de 10 bolis Bic Cristal cuesta $5.89, mientras que la versión «para ella» asciende a $10.14.
  • Los medios de comunicación representan al sexismo como algo «divertido». Los programas de televisión donde vemos a la mujer como un objeto sexual totalmente despersonalizado perpetúan los estereotipos de género.

El sexismo y los estereotipos de género son prácticas con las que convivimos en nuestro día a día desde la calle hasta el trabajo. Por ejemplo, escuchar comentarios que objetivizan a las mujeres en el trabajo con situaciones como las interrupciones constantes de su discurso o las ideas de que somos muy «emocionales» o «sensibles» para poder liderar es algo que miramos constantemente.

Aunque ya han sido varias las investigaciones y datos recopilados acerca de los efectos dañinos de los comportamientos sexistas y los estereotipos de género, llegar a la equidad va a requerir de un gran esfuerzo. La educación para la igualdad desde la primera infancia y ser un modelo positivo de conducta es clave para ir remediando esta situación. Estos son algunas claves que te puedo compartir:

  • Evitar el lenguaje sexista: muchas veces podemos emplear un vocabulario o palabras de desprecio hacía el sexo opuesto, a veces sin siquiera darnos cuenta.
  • Juguetes, ropa y películas: una de las fuentes de información que parece más inofensiva es el contenido al que se exponen los niños. Existe el peligro de que los niños entiendan cuales son los roles «asignados» ante los ejemplos que observan.
  • Conocer los indicios del maltrato: para poner fin a estas situaciones es clave que las podamos identificar para denunciarlas o poner un alto.
  • Exigir una cultura laboral igualitaria: exige el liderazgo equitativo, paga igualitaria y justa, capacitaciones sobre igualdad de género, y políticas sobre el mismo.
  • Tratar el tema de igualdad sin complejos: tratar este tema puede ser visto como algo difícil de hablar por miedo a las críticas, pero solo hablándolo se puede generar un cambio.
Imagen tomada de: https://factorcapitalhumano.com/wp-content/uploads/2020/12/cimad-avances-equidad-laboral-genero-en-riesgo.jpg

Autora

Sofía Cuellar

¡Hola! Mi nombre es Sofía Cuellar y me encanta hablar de temas controversiales. Este espacio está dedicado a compartir mis ideas, opiniones y datos de temas actuales como política, tecnología,  género y otros. Desde una perspectiva objetiva, transparente y auténtica espero compartir lo que me interesa contigo. ¡Te invito a leer!

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