Cuando era pequeña me preguntaban: «¿qué quieres ser de grande?» y yo, con una gran sonrisa, decía: «quiero ser cajera de Paiz».  Al día siguiente me hacían la misma pregunta y tenía una respuesta diferente. «Quiero ser ingeniera como mi papá», «doctora como mi hermana» o «bailarina como mi abuela». Tenía tantas ideas. Sentía que el mundo era gigante, que estaba esperando a ser explorado y estaba lleno de oportunidades y sueños.

Ahora que soy un poco más grande me enfrento con la misma pregunta; solo que esta vez no sé qué decir.

Sócrates tiene una frase famosa que dice «Conócete a ti mismo». ¿Conócete a ti mismo?  A mí esto solo me confunde más. Muchas veces ni siquiera estoy muy segura de quién soy.

Este año empiezo las aplicaciones a universidades. Pero primero tengo que decidir qué quiero hacer. Le hablé a mi familia de mi confusión. Todos tenían una opinión diferente. Mi papá me decía «Mija, ingeniería civil como yo», mis primas opinaban «yo creo que tú serías buenísima psicóloga» y mi mamá: «no, tu estudia lo que a ti te gusta».  «Pero si no sé qué me gusta» le contestaba y regresaba al mismo lugar donde había empezado, confundida.

Estaba en esas cuando mi mamá me inscribió a un curso que te guía en tus aplicaciones para la U. Ahí, me hicieron un examen de personalidad. No voy a decir que me aclaró todas mis dudas existenciales porque será una mentira, pero me guió no solo para conocerme a mí misma, sino que también me dio opciones de carreras que nunca me había imaginado.

Si estás en la misma situación que yo, te quiero decir que no estás solo y te quiero ofrecer una ayuda. Puede ser que este examen te guíe un poco o puede que solo te dé una perspectiva de quién eres y qué te gusta. Lo dejo para que vayas a descubrir quién eres.