Antes de comenzar a contar sobre aspectos que desde mi perspectiva considero importantes para cambiar nuestro estilo de vida desde nuestra alimentación, me gustaría que tengamos presentes que todos tenemos cuerpos diferentes y únicos que necesitan de porciones y alimentos distintos. A pesar de que no soy alguien especializada en el tema de un estilo de vida sano, es algo que me apasiona.

Como muchos de nosotros ya sabemos, la buena alimentación interviene en nuestra fuerza física y salud. ¿Sabías que nuestra dieta también afecta a nuestro cerebro? Nuestra mente controla los sentimientos, sentidos, ritmo cardíaco y la energía, entre muchas otras funciones. Esta energía que el cerebro necesita para desempeñarse de manera óptima proviene de los alimentos que consumimos y, si prestamos atención con qué nutrimos nuestros cuerpos, la forma en que nuestro cerebro ejecuta actividades será diferente a la que acostumbramos.  Alimentos tales como la proteína y los aminoácidos tiene un impacto en nuestros neurotransmisores que afectan, ya sea de manera positiva o negativa a nuestro humor o calidad de sueño, dependiendo la cantidad que consumimos.

Es normal que hayamos intentado comer saludable y no hayamos persistido con este estilo de vida. Lo que debemos realizar no es una dieta, sino modificar nuestro estilo de vida y hallar ese equilibrio. Uno de los cambios que genera un mayor impacto es comer comida real, es decir, comidas mínimamente procesadas, como frutas, verduras, avena, legumbres, carnes, pescado, entre otros. También identifica toda esa comida nutritiva que te gusta, lo que hará de este proceso algo exitoso porque recuerda que pequeños cambios pueden acabar como un gran resultado.

Otro consejo que hemos escuchado frecuentemente es tomar agua y menos sodas, lo que es importante ya que hay que acostumbrar a nuestro paladar a sabores naturales y menos azucarados.

Por último, me gustaría hablar de la importancia de escuchar a nuestros cuerpos. Muchas veces, nos dejamos llevar por lo que vemos en revistas, redes sociales o televisión que parece funcionarles a otras personas, esto frecuentemente es algo irreal o un cambio muy drástico. Escuchar las señales que nuestro cuerpo nos transmite, aunque puede resultar difícil al principio, nos puede ayudar mucho.