Hace unas semanas, mi hermano de seis años estaba llorando porque se había peleado con mi otro hermano, de ocho. Para estas alturas de la cuarentena, todos nos queremos matar entre todos y cada vez que alguno de mis hermanos llora probablemente sea por un berrinche. al menos a mí, me dan ganas de ahorcarlos muchas de esas veces.

Pero ese día, mi mamá no se volvió loca como yo lo hubiera hecho. Se sentó en un sofá y abrazó a mi hermano. En ese momento, el llanto de mi hermano por perder un partido de FIFA se volvió en uno donde estaba sacando todas sus frustraciones. Y, entonces, recordé las veces en que, al parecer, yo lloraba en los brazos de mi mamá por algo superficial, pero en realidad lloraba por algo que me afligía.

Viendo esos momentos, yo nunca hubiera pensado que mi hermano estaba llorando por algo más que una típica rivalidad entre hermanos, pero mi mamá sí lo supo. Y no solo lo supo, sino que ─¡encima de todo!─ logró que mi hermano se desahogara y se tranquilizara.

Siempre he pensado que quiero ser esa persona para alguien: ese sentimiento de seguridad, calidez, amor… ser un hogar para alguien como ella lo es para todos nosotros.

No hay palabras para describir lo increíble que es esa mujer y lo fuerte de su espíritu. Cada día que pasa me impresiona más porque, además de mamá, es doctora, chef, artista y un millón de cosas más.

Mi mamá es mi persona favorita en este mundo porque siempre ha estado ahí para mí. Es mi heroína y mi ejemplo por seguir. Por eso, todo lo que aspiro a ser en la vida es esforzarme por ser alguien de quien mi mamá esté orgullosa de poder decir que es su hija.

Y tú, ¿a qué aspiras?

Autora

Liah Mena

Me llamo Liah, me gusta mucho escuchar música, leer, ver series y películas. Me encanta pasar tiempo con mi familia, hacer cosas juntos y poder platicar con ellos. Me gustan todo tipo de libros y películas. Admiro a personas como Malala y mis abuelos.  Bienvenidos a mi columna Vertebral 🙂 .

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