El miércoles me trajeron un paquete de Sophos. Yo no había pedido nada, mis papás no habían pedido nada, ni siquiera mi abuelo había pedido algo. Pero igual vino un paquete a mi nombre.

Cuando lo abrieron enfrente de mí, solo estaba nerviosa, no tenía ni idea del libro que podía ser, y cuando vi que era un libro que había esperado por muchísimo tiempo, me emocioné, y de repente me di cuenta de quién me lo había mandado.

Dentro del libro, venía una tarjeta donde me deseaban un feliz cumpleaños número 18 (aunque mi cumpleaños es dentro de un mes) y firmaba una de mis personas favoritas.

Inmediatamente se me vino a la cabeza un recuerdo lejano de cuando yo tenía aproximadamente cinco años y, cocinando con mi abuela, me quemé un dedo, y estas dos personitas, apenas tres y seis años mayores que yo, corrieron al baño a traerme una toalla mojada y pasta de dientes (porque habían visto en algún lado que eso ayudaba a las quemaduras). De ese día, me acuerdo algo del dolor que sentí cuando mi dedo tocó aceite hirviendo, pero sobre todo recuerdo ese sentimiento de estar protegida, y saber que ellos me iban a cuidar siempre.

Ahora, casi trece años después, me doy cuenta de que no me había equivocado. Desde marzo de hace un año que no estamos los tres juntos como solíamos estarlo, y a veces son lo que más falta me hace en este mundo, sobre todo en estos momentos. Pero sé que están bien, y aunque en el camino haya baches, estoy segura de que van a lograrlo todo.

Algunas personas se merecen el mundo simplemente por cómo se enfrentan a la vida. Usualmente son ellos quienes me sostienen a mí. Pero es importante que sepan que aquí estoy para darles una mano siempre que lo necesiten, y que hoy no estaría aquí siendo lo que soy si no los tuviera a ellos. Solo estoy feliz de poder dejar por escrito lo mucho que son para mí, para que en ningún momento se pierda en todos los recuerdos.

Autora

Liah Mena

Me llamo Liah, me gusta mucho escuchar música, leer, ver series y películas. Me encanta pasar tiempo con mi familia, hacer cosas juntos y poder platicar con ellos. Me gustan todo tipo de libros y películas. Admiro a personas como Malala y mis abuelos.  Bienvenidos a mi columna Vertebral 🙂 .

Artículos de la autora