Hija de Tácito Molina Martínez y Soledad Chacón Bousquet. Se casó en 1963 y tuvo tres hijos y de ellos actualmente, ya tiene cinco nietos. María Del Rosario fue la primera guatemalteca que participó en el concurso Miss Universo de1955, demostrando la belleza que poseía a temprana edad y dejando en alto el nombre de Guatemala a nivel internacional.

En cuanto a su información académica, compartió gran parte de su tiempo de educación con el de modelaje desde los 16 años. Con el paso de los años, se volvió profesora de traducción y  catedrática os de la Universidad Francisco Marroquín. Actualmente, escribe una columna en el periódico llamada Horrores Idiomáticos y Algo Má

Ganó el concurso “Miss Guatemala” en 1955. Participó en diferentes concursos de belleza como: Miss Universo, en el cual obtuvo un sexto lugar y siendo la primera Miss Guatemala en quedar finalista en un concurso de gran magnitud. Fue Reina de belleza de Centroamérica y el Caribe en 1956 y en Miss Turismo Centroamérica, en 1961.

Eclipse 9l

Extraído de: Poesía

Va cabalgando la luna
hacia el sol de julio, ardiente,
poco a poco se le acerca
y de pronto lo arremete.
Se ha confiado el sol de julio;
viene la luna y lo muerde
y cada vez con más furia,
le va ensartando los dientes,
y entre sus fauces de plata
el herido palidece.

El sol ha sido vencido
sin tratar de defenderse;
la luna lo tragó entero
y es de día y oscurece.
Los luceros de la noche
salieron a dar el pésame
y un manto de negro luto
por todo el cielo se tiende.

Que la luna tiene náuseas
es algo que puede verse;
vomita rayos dorados,
la ha abandonado la suerte.
El sol lucha por la vida,
sus resplandores se crecen;
la luna se debilita
y en estertor se estremece
y su triste luz de nácar
se va apagando y se muere.

Del cenit al horizonte
cabalga el sol lentamente.
Va celebrando su triunfo
en la inmensidad celeste

Marina número cinco

Extraído de: Poesía

¡Oh mar, qué hermoso eres! Tu olor a yodo y sal,
tus cambiantes matices, tu espuma nacarada,
tus olas que se besan con la arena dorada
o la azotan con furia en rudo vendaval.

Las olas que se estrellan en los acantilados
nacieron en tu seno en mares abisales,
o acaso se formaron en bancos de corales,
o en parajes extraños, profundos e ignorados.

Tienes olas que emergen de los restos mortuorios
de alguna carabela que a puerto no llegara,
o de un bajel pirata que ha mucho naufragara
entre tus arrecifes o recios promontorios.

Grandioso mar inmenso, tu colorido hechiza:
verde azul, verde jade, intenso azul marino.
Tornasolas tus aguas con un tinte ambarino
cuando -adiós- dice Febo, que en la tarde agoniza.

En las noches tranquilas es un bruñido espejo
tu vasta superficie de bien pulida plata,
en tus aguas dormidas la luna se retrata,
y de millones de astros esparces el reflejo.

Qué silencio en la noche tan callada y serena,
Sólo escucho un sonido de van, vienen, van, vienen:
es el ritmo armonioso de tus olas, que tienen
la atracción del abismo, para mí, aquí en la arena.

¡Oh mar, cómo me atraes! Tu olor a yodo y sal,
tus cambiantes matices, tu espuma nacarada,
tus olas que me besan en la arena dorada,

todo, todo me llama en la noche estival.

¿Por qué, Señor?

Extraído de: Poesía

Marcha el niño por la calle
con andar lento y cansado;
lleva en el rostro las huellas
de lo mucho que ha llorado.

Y una tristeza profunda
se le escapa por los ojos,
va descalzo, sucio, roto,
y vestido de despojos.

De la hermanita pequeña
lleva cogida la mano;
bajo la lluvia en invierno,
bajo del sol en verano

van siempre juntos pidiendo.
-Por Dios denos un mendrugo,
regálenos un centavo.
La madrastra, cruel verdugo,

Los espera ya de noche,
y, como siempre, borracha,
va a quitarles lo que llevan
de regreso a la covacha.

Y pasan meses y años
y las penas de los niños
crecen, como crece su hambre,
hambre de pan y cariños.

Y se pregunta el chiquillo,
soportando su dolor,
huérfano de madre y mimos:
¿Por qué nosotros, Señor?

Quisiera

Extraído de: Poesía

Quisiera ser el río caudaloso
que un chocar de olas tumultuoso
entremezcla sus aguas con el mar.

Del árbol ser la hoja desprendida
que viaja por la brisa recogida
en inquieto y errático danzar.

Ser la nube sutil y vaporosa
que se cambia en mil formas, caprichosa,
llevada por los aires al azar.

Quizá el ave feliz que se alza al cielo
y emprende rauda el anhelado vuelo
con sólo un batir de alas y volar.

O tal vez ser un átomo del viento
que huracanado y bravo o manso y lento
arrasa o acaricia en su vagar.

Ser astro de galaxias luminosas,
sidérea flor de luces azulosas
que en el cosmos se pierda en su girar.

¡Quién pudiera ser libre como el viento,
ser nube, y astro azul del firmamento,
y ave, y río que se integra al mar!

¡Quién pudiera cual hoja desprendida
por la brisa, del árbol de la vida,
como loca girar, vagar, soñar..!

Roberto Martín

Extraído de: Poesía

 Hoy se fue a la escuela,
iba tan contento,
llevaba un bagaje
de risas sin cuento,
grandes esperanzas,
algo de impaciencia
y una alma muy pura
plena de inocencia.

Se quedó en su clase,
aula alegre y clara,
llenita de niños.
Nos quedó su cara
grabada muy hondo.
Carita de niño
que juega a ser hombre,
carita de niño
que llega al colegio
lleno de ilusiones.

No sabe el chiquillo
cuántas emociones
despierta en sus padres.
-Alegre ha quedado.
-Ojalá le guste
y haga todo el grado.

Para él, que hoy comienza
a saber de esfuerzos,
de afanes y luchas,
vayan estos versos
llenos de esperanza
porque su camino
ancho y recto siempre
le trace el destino.

Que si por la vida
cruelmente es golpeado,
quien daño le hiciere
sea perdonado.
Que no sienta envidias,
odios ni rencores,
que enlodan el alma
y engendran dolores.

Si el triunfo corona
todo cuanto emprenda,
que el fracaso ajeno
con bondad comprenda,
y al que fue vencido
le tienda la mano,
le brinde su ayuda,
lo llame su hermano.

Hoy se fue al colegio,
iba tan contento,
llevaba un bagaje
de risas sin cuento...