Así como le sucedió a la protagonista, los alumnos de sexto grado, que al principio se asomaron con curiosidad a las páginas de la nueva lectura de Comunicación y Lenguaje, de pronto se encontraron cayendo en una historia que, al igual que el pozo del conejo blanco, los transportó a un mundo increíble y con tan poco sentido, que los atrapó de principio a fin.
La animada lectura del relato, el desborde de creatividad impregnado en la fábula que escribieron y la presentación final con títeres (realizados por ellos mismos), hizo de este divertido proyecto, una experiencia absolutamente frabullosa. |